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LA GRATITUD COMO VALOR FUNDAMENTAL

Updated: Apr 14, 2022


La gratitud (agradecimiento) además de ser un valor moral, familiar, social, es un sentimiento que brota del corazón.


Con la gratitud se ponen de manifiesto otros valores afines como el reconocimiento del otro, la reciprocidad de dones, la fidelidad, la lealtad y la amistad y, todo eso a su vez, puede llevar a construir el amor en su sentido más amplio. Muestra el reconocimiento de un beneficio que se ha recibido o se va a recibir.


Dar las gracias es aceptar, dar valor y celebrar aquello que tenemos o que nos regalan. El agradecimiento nos une y nos conecta con Dios y con los demás, y nos enseña a ser generosos con todo lo bueno que la vida nos ofrece. Si pudiera resumir en una frase lo que el agradecimiento significa para mí, diría que “es un estilo de vida“. Ese estilo de vida que se convierte en efecto multiplicador de bendiciones.


Me encanta poder compartir contigo de qué se trata tan preciado valor y qué hacer para que se convierta en un hábito de nuestro diario existir.


LA GRATITUD Y EL IMPACTO QUE GENERA EN TU VIDA



El valor de la gratitud se ejerce y se pone de manifiesto cuando una persona reconoce que recibió algo de alguien. Lo lindo de este valor es que no se trata necesariamente en “pagar” ese favor con otro igual, sino en mostrar afecto y guardar en la memoria ese acto de generosidad. Más que centrarse en la utilidad práctica del servicio recibido, pondera la actitud amable de quien lo hizo.

La palabra gratitud proviene del latín gratitudo, término que a su vez se forma de la raíz gratus, que significa 'agradable' y el sufijo tudo que expresa cualidad.
Los sinónimos y palabras afines de gratitud son agradecimiento, reconocimiento, correspondencia, devolución, entre otros. Lo contrario de gratitud es la ingratitud, el desagradecimiento o desconocimiento.

Deja que las bondades de practicar este valor impacten tu vida y te ayuden a encontrar el camino hacia una vida llena de agradecimiento. En la medida en que lo practiques hasta que se vuelva hábito, te darás cuenta que todo funciona con un efecto multiplicador y de atracción de bendiciones.


BENEFICIOS QUE EXPERIMENTAS CUANDO ERES AGRADECIDO


Te vuelves una persona plenamente feliz. La gratitud es uno de los métodos más infalibles para aumentar la felicidad porque genera sentimientos como la dicha, el optimismo o el entusiasmo. "Soy plenamente feliz porque soy inmensamente agradecida". Además, bloquea emociones negativas y tóxicas como la envidia o el resentimiento. Esto es posible porque la gratitud y las emociones que produce son incompatibles con las emociones negativas que mencionamos, ¡no puedes experimentarlas a la vez!


Aporta bienestar a tu vida. Para experimentar la gratitud tenemos que vivir enfocados en el presente y esto nos permite apreciar lo bueno que la vida nos ofrece. Valoramos más las cosas y contribuye a tener una postura más activa y constructiva ante la vida. Al ver la vida con los ojos de la abundancia, mejora nuestra autoestima y nos sentimos más queridos.


Te conecta con Dios y te da paz. Imposible ser agradecido sin esa conexión con Dios. Al estar en paz, eliminas la ansiedad y no te preocupa el futuro.


Aumenta la sensación de gozo en quien la siente como en quien la recibe. No hay nada más exquisito que compartir el gozo que llevas dentro.


Ayuda a disminuir el estrés, la depresión y la ansiedad. Esto gracias a que experimentas paz. Vives en el presente, lo saboreas, lo valoras.


Favorece la calidad del sueño. Una cosa conlleva a la otra. Al disminuir el estrés, sientes paz y al estar en paz logras un sueño reparador.


Mantiene tu salud. He comprobado que la gratitud fortalece el sistema inmunológico, reduce la presión cardíaca y reduce molestias físicas asociadas a la enfermedad. Mejora además tu estado de ánimo.


Mejora las relaciones familiares y sociales al ser signo del reconocimiento del otro y su impacto positivo en nuestra vida. Te ayuda a ser tu mismo y a dar todo de ti sin esperar nada a cambio. La gratitud es ingrediente esencial en el perdón, la compasión o la generosidad. Estas emociones son elementos muy importantes para que nuestras relaciones sean satisfactorias y fuentes de apoyo y protección.


Refuerza la autoestima del otro y lo inspira a seguir siendo generoso o amable con otros. No dudas, pues cada vez que agradeces, algo hermoso sucede dentro de ti y eso impacta de igual forma y de manera positiva tu autoestima.


La prosperidad llega sin pedirla. No importando la condición, aprendí que agradecer también por lo que no tengo, genera un impacto de multiplicador y de atracción de prosperidad. Ojo que esa prosperidad no necesariamente tiene que ser solo material, también hablamos de la parte espiritual, etc.


FINALMENTE TE COMPARTO 10 CONSEJOS QUE TE MOTIVARÁN A EMPEZAR A INICIARTE EN EL HERMOSO MUNDO DEL AGRADECIMIENTO


Al leer e identificar que el agradecimiento no es solo una emoción sino un valor fundamental, a menudo te preguntarás cómo puedes empezar a gradecer. Contándole mi testimonio a una amiga me decía, "no se me ocurre" "no sé como empezar". Basta con empezar a decir y a escribir "gracias".


Lo primero es decidirte, es querer agradecer. No esperes necesitarlo. Explora lo que hay a tu alrededor, observa a tu núcleo familiar, identifica cuál es el motor de tu existir, qué te motiva a estar mejor y a querer hacer las cosas bien.

Estoy segura que esta pequeña pero muy útil lista te ayudará a iniciarte en el apasionante y gratificante mundo del agradecimiento y si ya eres una persona agradecida, no dudes en compartir sus bondades, no te las guardes.


Valora lo que tienes. Si estás leyendo este artículo es porque tienes unos ojos maravillosos que te permiten ver los matices de cada amanecer y dispones al menos de un dispositivo móvil o de escritorio para poder interactuar. Lo que no se agradece no se valora, y lo que no se valora se pierde. Deja ya de preocuparte por lo que no tienes o de anhelar lo del vecino. Deja de extrañar. Aprecia el hoy y lo que tienes en este preciso momento. Era lo que tenías que tener y como debía ser.


Saca de tu mente, de tus pensamientos, esa loca idea de que mereces lo que tienes o lo que te dan. Nadie está obligado a darte nada. Dios no te regaló la vida porque la merecieras. Lo hizo por el inmenso amor que te tiene. No esperes un "gracias" cada vez que regales algo, no regales por el gracias de vuelta. Regala porque eso te hace inmensamente feliz.


Actúa con desinterés. Acostúmbrate a dar lo mejor de ti, sin esperar nada a cambio. Sé genuino, no regales por regalar. Agradece en cambio que tienes la dicha de poder darte, dar tu tiempo, dar un detalle, un abrazo, tu espacio, una sonrisa.


Elimina la queja de tu diario vivir. Sustitúyela por el agradecimiento. Aun y cuando no puedas, cuando no te salga una palabra, ejercita tu mente, tus palabras y solo di "gracias".


Habla en positivo. ¿Te has dado cuenta que cuando más negativo eres más contratiempos tienes? En lugar de decir no tengo, no puedo di "todavía no es el momento", "me falta poco para lograrlo". Es común escuchar, no tengo dinero. Di en cambio "mis recursos son limitados en este momento". Siempre deja tus frases abiertas a posibilidades. No digas: "No puedo irme de viaje" di en cambio: "Aún no es el momento de viajar" o "pronto viajaré".


Reconoce lo bueno que te sucede. Disfruta cada experiencia pues trae consigo su propia enseñanza. No des por sentado que así tiene que ser. Disfruta. Date cuenta que tu situación podría ser completamente distinta. No te enfoques en aspirar el mañana. El mañana sí o sí vendrá.


Cuenta lo que hay a tu alrededor. Por ejemplo, la casa aunque no sea propia, la cama donde descansas, la ducha, el agua, el café de la mañana, cada amanecer, ese rocío de la mañana, el sol que te alumbra y hasta el bombillo que necesitas por las noches, la luna, las estrellas, el trinar de las aves, tu familia, tu trabajo (aunque en estos momentos no cuentes con él, saboréalo, aprende a verlo con los ojos de la fe), etc. ¿Cuántas cosas tangibles e intangibles lograste contabilizar? Muchas ¿cierto? Y ¿si empiezas a dar gracias por cada una de estas cosas?. Solo recuerda, todo, todo, todo lo que apenas describimos en este momento lo tienes porque Dios te lo regala. No eres tú, no es tu trabajo, no es tu dinero. Es Dios que te provee.


Levántate temprano. Gánale al día. Disfruta de cada amanecer. Proponte una rutina en la que puedas aprovechar las primeras horas del día.


Practica la oración, medita, aprende a respirar profundo. Oxigena tu cerebro desde muy temprano.


Por último pero no menos importante, aprende a llevar un diario de agradecimiento. Basta con un cuaderno, una libreta de notas. No tiene que ser sofisticado. Ponle tu toque personal. Que sea tu intimidad con el agradecimiento. Anota cada cosa, cada detalle, cada persona, cada lugar, cada momento, etc. Te darás cuenta que tienes mucho, mucho, mucho qué agradecer. Puedes empezar con "gracias por este nuevo y maravilloso día". Aún y cuando las circunstancias sean adversas, tómate el tiempo de hacerlo. Agradecer libera, sana, provee, multiplica. Créelo.


Acompáñame en las redes y no te pierdas los desafíos de 21 días de gratitud, videos y charlas con expertos. Recuerda que para que un hábito se fije, lo debes practicar.


@gratitudexpress


 
 
 

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